El gres es un material ampliamente utilizado en el sector de la hostelería gracias a su resistencia, estética y versatilidad. Las vajillas de gres han ganado terreno en cocinas profesionales y domésticas, no solo por su aspecto artesanal, sino también por sus propiedades técnicas. En este artículo exploramos qué material es el gres, cómo se diferencia de otros como la porcelana o la cerámica, y cuáles son sus ventajas reales en la cocina profesional y cotidiana.
Qué es el gres y por qué se usa en cocina
El gres es un material cerámico de alta resistencia, cocido a temperaturas elevadas que oscilan entre los 1.200 y 1.350 grados centígrados. Este proceso de cocción provoca una vitrificación parcial o total de la masa, creando una estructura densa, impermeable y extremadamente resistente. Cuando hablamos de qué material es el gres, hablamos de una composición principalmente a base de arcillas feldespáticas, que se distinguen por su capacidad de endurecerse sin necesidad de un vidriado externo.
Una de las preguntas más comunes entre profesionales de hostelería es: ¿Qué material es el gres y por qué es tan valorado en la cocina? La respuesta se encuentra en su versatilidad, resistencia térmica y capacidad estética. Este material no solo cumple una función práctica al soportar cambios bruscos de temperatura, sino que también ofrece una variedad de acabados —mates, brillantes, rústicos o modernos— que encajan con diferentes estilos de presentación.
Además, el material gres en vajillas tiene una ventaja fundamental respecto a otros: no absorbe líquidos ni grasas, lo que evita la proliferación de bacterias. Esta propiedad es especialmente importante en el sector de la restauración, donde la higiene es prioritaria. También resiste bien los detergentes industriales, lo que lo convierte en un material apto para lavavajillas industriales sin riesgo de deterioro prematuro.
Otro aspecto clave es su comportamiento térmico. El gres soporta altas temperaturas y uso en hornos industriales o microondas, algo que no todos los materiales cerámicos pueden garantizar. Por eso, cuando se valora si una pieza es funcional para uso profesional, muchos se preguntan directamente por la compatibilidad del gres con microondas, y la respuesta es claramente afirmativa, siempre que no tenga decoraciones metálicas.
En términos visuales, las vajillas de gres suelen transmitir una sensación de naturalidad y calidez, lo cual las hace muy populares tanto en entornos de cocina contemporánea como en restaurantes de cocina tradicional. Hoy en día, muchos chefs optan por este material no solo por su funcionalidad, sino también porque su textura y acabado aportan valor a la presentación gastronómica.
Cuál es la diferencia entre cerámica, gres y porcelana
A menudo se utilizan los términos cerámica, gres y porcelana como sinónimos, pero en realidad hacen referencia a materiales con composición, propiedades y usos distintos. Entender estas diferencias es clave a la hora de elegir una vajilla profesional o doméstica que se adapte al ritmo y exigencias de cada cocina.
Cerámica es el término más general, que engloba todos los objetos elaborados con arcilla cocida. Bajo este paraguas encontramos subcategorías como loza, terracota, gres y porcelana. Sin embargo, no todas las cerámicas se comportan igual. Las variaciones en tipo de arcilla, temperatura de cocción y acabado determinan la resistencia, porosidad y durabilidad de cada una.
Cerámica tradicional (loza o terracota)
La cerámica común, también conocida como loza, se cuece a temperaturas más bajas (entre 1.000 y 1.100 °C), lo que da lugar a un cuerpo más poroso y frágil. Este tipo de material suele requerir esmalte externo para impermeabilizarlo, y aunque es más económico, es menos duradero. Su aspecto es más rústico y suele usarse en vajillas decorativas o en cocinas tradicionales.
Gres
Cuando hablamos de material gres vajilla, nos referimos a una cerámica de alta temperatura, con mayor densidad y vitrificación que la loza. Su estructura no necesita vidriado para ser impermeable, aunque muchas veces se esmalta por motivos estéticos. El gres resiste impactos, choques térmicos y uso intensivo, lo que lo convierte en una opción ideal para hostelería y uso diario. Las vajillas de gres combinan un aspecto artesanal con una funcionalidad moderna, lo cual explica su creciente popularidad.
Una de las ventajas distintivas del gres frente a la loza es su baja porosidad, lo que evita manchas persistentes y la absorción de líquidos. También destaca por su compatibilidad con microondas y lavavajillas, algo muy valorado en la restauración.
Porcelana
La porcelana representa el nivel más alto de refinamiento dentro de la cerámica. Se produce con una arcilla blanca llamada caolín, y se cuece a temperaturas superiores a los 1.300 °C. Como resultado, se obtiene un material muy compacto, translúcido y de acabado fino, prácticamente impermeable incluso sin esmaltar.
A diferencia del gres, la porcelana es más ligera y tiene una apariencia más delicada, pero también es más cara. Es ideal para restaurantes que buscan una presentación elegante y sofisticada. Por su dureza extrema y resistencia a rayaduras, la porcelana también es muy utilizada en vajillas de alta gama. No obstante, su aspecto más delicado no siempre encaja con entornos rústicos o informales.
¿Gres o porcelana?
Muchos profesionales se preguntan “¿gres o porcelana?” al elegir sus vajillas. La decisión dependerá del tipo de servicio, estilo culinario y presupuesto. Si se busca estética artesanal, durabilidad y buen precio, el gres es una elección excelente. Si se prioriza la elegancia, la blancura y la precisión en la presentación, entonces la porcelana es la mejor opción.
Ventajas y desventajas de las vajillas de gres
Las vajillas de gres se han vuelto populares por su equilibrio entre estética, funcionalidad y precio. A continuación, analizamos sus ventajas más destacadas.
Resistencia y durabilidad
Una de las grandes características de las vajillas de gres es su excelente resistencia a golpes y cambios de temperatura. Este tipo de vajilla puede pasar del horno al congelador sin comprometer su integridad, siempre que se sigan las precauciones estándar.
Resto de ventajas
Aptas para lavavajillas y microondas: Gracias a su baja porosidad, el gres en microondas no sufre daños, y su superficie vitrificada permite una limpieza fácil.
- Estética artesanal: Su acabado natural, con tonos terrosos o esmaltados, aporta calidez y personalidad a cualquier mesa.
- Buena retención del calor: El material mantiene la temperatura de los alimentos por más tiempo, ideal para platos que se sirven calientes.
- Relación calidad-precio: Aunque más costoso que la loza, el gres tiene una vida útil superior, lo que compensa la inversión inicial.
Pero también tiene sus puntos débiles. Por ejemplo, aunque es resistente, no es irrompible. Una caída puede producir grietas. Además, algunas versiones esmaltadas pueden rayarse con utensilios metálicos si no se tratan con cuidado. Aun así, las opiniones sobre la vajilla de gres suelen ser mayoritariamente positivas, especialmente en hostelería.
Tipos de gres en cocina
El gres ha evolucionado notablemente en los últimos años, y hoy en día se presenta en diferentes variantes que ofrecen soluciones específicas según el uso en cocinas industriales o en el servicio de mesa. Entre los más utilizados en hostelería encontramos dos formatos con características propias: el gres esmaltado y el gres porcelánico. Ambos comparten una base de resistencia y durabilidad, pero se diferencian en el acabado, el proceso de fabricación y su comportamiento ante determinados usos.
Gres esmaltado
El gres esmaltado es uno de los más populares en el mundo de la vajilla profesional y doméstica. Se trata de una pieza de gres cubierta con un esmalte vítreo que le proporciona un acabado liso y brillante o, en ocasiones, mate. Este esmalte no solo cumple una función estética, permitiendo una amplia gama de colores, texturas y diseños, sino que también actúa como barrera protectora ante manchas y líquidos.
Las vajillas de gres esmaltado destacan por su facilidad de limpieza y su resistencia al uso frecuente. No obstante, hay que tener en cuenta que, aunque el cuerpo del gres es muy duro, el esmalte puede rayarse si se utilizan utensilios metálicos o abrasivos. Recomendamos emplear este tipo de vajilla para servicios donde se combine la estética con un uso cuidado y frecuente.
Otro aspecto destacable es que el gres esmaltado es perfectamente apto para microondas, siempre que no contenga decoraciones metálicas. Su capacidad para retener el calor también lo convierte en una excelente opción para mantener la temperatura de los alimentos durante el servicio.
Gres porcelánico
El gres porcelánico, aunque más conocido en el ámbito de pavimentos y revestimientos, también se emplea en piezas de cocina, especialmente cuando se busca una resistencia extrema y una baja absorción. Este tipo de gres se fabrica con una mezcla de arcillas y minerales refinados, cocida a temperaturas muy altas, lo que da como resultado un material prácticamente impermeable, extremadamente compacto y duradero.
El material gres porcelánico presenta una porosidad inferior al 0,5 %, lo que lo hace ideal para contextos donde la higiene es prioritaria, como cocinas profesionales de alto rendimiento o comedores colectivos. Su dureza es comparable a la de la porcelana, pero mantiene un aspecto más robusto y menos delicado.
Aunque su aspecto puede ser más sobrio, el gres porcelánico es compatible con decoraciones digitales de alta calidad, lo que permite imitar piedra, madera u otros materiales con gran fidelidad. En Mazan recomendamos este tipo de gres cuando se busca una combinación de funcionalidad extrema, higiene y durabilidad, sin renunciar a una imagen moderna y profesional.